Critica: Machete (2010)
Ya ha llegado a nuestras pantallas la nueva venganza cuchillera en la que no falta sangre, balas y acción del siempre polémico realizador mexicano Robert Rodriguez apoyado por Ethan Maniquis (co-director recién ascendido desde la sala de montaje) junto con actores de la talla del gran Danny Trejo, Don Johnson, Steven Seagal o Robert De Niro, y bestias sexuales de la pantalla como Jessica Alba (alguien se acuerda cuando dijo que no volvería a hacer un desnudo en una película?), Michelle Rodriguez o la mala pécora de Lindsay Lohan (nada destacable después de encarnar a la pornostar Linda Lovelace en el biopic “Infierno”).
Quedará alguien a estas alturas que se haga la pregunta...¿Quién es Machete?, para aquellos que no lo sepan es un personaje interpretado por Danny Trejo, actor fetiche de Rodriguez, que salió de los trailers ficticios de "Grindhouse" (tal y como se hacía en las sesiones de Grindhouse ochenteras en los EE.UU), el tandem de películas "exploit" formado por "Planet Terror" y "Death Proof", cararterizado como el esterotipo de mexicano viva la vida ligón, atabiado con una chaqueta en la que oculta machetes y cuchillos, que en este caso es contratado a cambio de 150.000$ para asesinar a un senador tejano con una política muy estricta de inmigración.
Tras realizar el rito previo al momento del disparo, se da cuenta de que le han tendido una trampa, y no sin salir mal parado de la encerrona, empezará a deshilar la madeja de la oscura e intricada conspiración en la que se ve envuelto para cobrar venganza en contra de los desalmados que decidieron j***r al mejicano equivocado.
Robert Rodríguez sabe de la carencia de millones de seguidores del "exploit" en nuestros días, lo ratificó al rodar "Planet Terror", y ahora ha vuelto a aplicar la fórmula de películas homenaje a la serie B de bajo presupuesto (25 millones según dicen) para volver a explotar el filón que descubrió, y ahora con nada menos que el apoyo de Sony como distribuidora, sólo que esta vez le ha añadido el componente paródico al combinado como pretexto para montar su eterno circo de violencia cómica y perversa, humor satírico y tontorrón de situaciones, actuaciones cruelmente graciosas y delirantes excesos sexuales de look setentero, anuncios televisivos, cortes y ruido en el metraje y sus efectos especiales casposos.
No se puede negar que la particular versión del género del mejicano queda plasmada en un guión hilarante cargado de tópicos exagerados y clichés propios de las películas de acción de Hollywood de los setentas en cuyos tiempos muertos desarrolla una agresiva crítica a la situación de la inmigración "desde el sur hacia el norte" en Estados Unidos, colocando al antihéroe y la comunidad hispana como "buenos" y los estereotipados patriotas de falsa sonrisa y cinismo desmedido hacia el asunto en el otro extremo del ring, pero que adolece en calidad por estirar demasiado ese caminar sobre la cuerda floja entre lo hilarante y lo ridículo, y en ritmo, por la ingente cantidad de escenas de relleno sin chicha (lógico por otra parte al otorgarle protagonismo a un eterno secundario que sólo tiene su carisma como arma para convencer al público en el papel de su vida) hasta pasearse moribundo en un final totalmente desdibujado que no homenajea si no que saca la mueca de vergüenza.
Sería difícil imaginar un acabado como este sin la intervención de Don Johnson como Von Jackson, siendo parte ejecutora del siniestro y corrupto cuerpo encargado de las tareas de "anti-inmigración", la paródica (¿? a.k.a y tu de qué) figura de Robert De Niro al más puro estilo Taxi Driver ("intelectualmente" hablando) como el Senador McLaughing, el imponente narco mejicano del inexpresivo Steven Seagal llamado "Torrez" (en la versión doblada no se aclaran como llamarlo), la descarriada pseudo pornostar yonki-hija de papa interpretada por Lindsay Lohan (que no es más que un reclamo sensacionalista para atraer público), el mafioso "resuelve problemas" de Jeff Fahey (nuestro querido Lapidus de Perdidos) que se come la pantalla en sus intervenciones, la nada creíble e increíble (por cuerpo retocado) Jessica Alba en su papel de "Sartana Rivera: agente de aduanas" y "Luz" la a tiempo partido sexy versión femenina del Ché y vendedora de tacos de Michelle Rodríguez.
Este homenaje al splatter y la serie B a.k.a entretenido orgasmo freak convencerá totalmente al público "target" sediento de sangre, vísceras, acción y tetas, medianamente al que seguidor de lo ya expuesto que haya visto sus producciones y no se conforme con algo que no esté al nivel de "Abierto hasta el amanecer" o "The faculty", y horrorizará a aquel que busque trama, argumento, personajes con recorrido, o lo que viene a ser lo mismo, tomarse la película en serio sin tener en cuenta que es alargar la travesura que este hombre inició junto con Quentin Tarantino.
P.D. Se recomienda verla en Versión Original para apreciar como siempre más chistes, otras interpretaciones diferentes (ojo con Seagal) y juego con el inglés y el español latino.