El videojuego, ¿la mejor manera de contar una historia?
Hay quien dice que el videojuego es sin lugar a dudas el mejor medio para contar una historia. A priori puede sonar perfecto. ¿Contar una historia y que además sea interactiva? Eso suena realmente apetecible. Y de hecho así es. Pero nada más lejos de la realidad: yo me pregunto ¿están realmente aprovechando todo el potencial que puede ofrecer semejante experiencia? No lo creo.
Es cierto que atrás quedó la época en la que los videojuegos no eran más que otro medio para pasar el rato, bien matando marcianitos que nos invaden o persiguiendo a unos simpáticos fantasmas azules en un intento por saciar nuestro apetito. Quizá los primeros que intentaron contar una gran historia, o por lo menos alardear de unos personajes bien definidos y unos diálogos inteligentes, fueran las aventuras gráficas. Y desde luego, durante años fue ahí donde encontré cobijo para este tipo de experiencia. Así, podemos recordar momentos memorables en aventuras como The Secret of Monkey Island, Broken Sword, Grim Fandango o The Longest Journey.
Este sistema ha ido evolucionando y hace unos años sorprendió a propios y extraños Fahrenheit, una obra que permitía al jugador tomarse muchas libertades para afrontar las situaciones, pero sin dejar de lado un magnífico guión y un pulso cinematográfico del que pocos pueden presumir. De hecho, este mismo año salió al mercado Heavy Rain para PS3, de los mismos creadores de Fahrenheit, dando un paso más allá y fusionando así la experiencia interactiva con el cine.
Pero no sólo en aventuras gráficas (donde jugablemente hablando, seamos sinceros, los únicos reto que encontramos son los puzles que nos hacen usar determinados objetos de manera correcta) se ha visto reflejada una gran historia. Ha habido otros juegos “con más acción” por decirlo de alguna manera, como Metal Gear Solid, saga que también consiguió un puesto importante por combinar una jugabilidad exquisita con una gran historia. No obstante, también ha tenido algún problema. En concreto, se criticó su segunda entrega por la excesiva importancia a las cinemáticas y por dejar poco tiempo al jugador para realmente jugar.
De manera que hay una dificultad añadida, que es encontrar el equilibrio ideal entre historia y dejar al jugador que sea él quien controle la situación. Un gran paso en este punto lo dio el FPS (First Person Shooter) Half-Life, que poniendo al jugador en la piel del Doctor Gordon Freeman, debía evitar una invasión alienígena. ¿Otra vez el mismo cuento? Pues resulta que consiguieron darle una vuelta de tuerca al género y a la manera de contar las historias, ya que en ningún momento se ve algo que no pase por los ojos de Freeman. Este modelo ha influenciado a juegos recientes como Bioshock, que cuenta la historia mediante el mismo entorno.
Pero todo esto de permitir al jugador ver la historia de primera mano y controlar absolutamente todas las acciones del personaje… Como que me sigue sin llenar del todo. Por un lado, porque se le puede dar demasiada importancia a la acción, tapando de esta manera una historia mediocre. Pero por otro, porque hay un elemento fundamental que falta para conseguir ese dramatismo del que puede alardear el séptimo arte: ¡los planos! Algo que muy pocos juegos consiguen plasmar bien. Y en este caso se podría citar perfectamente a Metal Gear Solid 3 Snake Eater, Heavy Rain o Alan Wake.
Sin embargo es una asignatura pendiente. Recientemente he completado el Red Dead Redemption, y sin contar nada de la historia, he de decir que los chicos de Rockstar aun no tienen ni puñetera idea de cómo contar una historia como dios. Porque pocos planos veo yo en ese juego. Y si acaso, algún plano detalle. Pero momentos que se supone deberían ser tensos, acaban siendo absolutamente simplistas. Háganse el favor, señores de Rockstar, y cójanse la trilogía del dólar y vean cómo está hecha (y de paso tomen nota de su BSO, se lo ruego, ya que les quedó flojísima).
De hecho, yo creo que el mercado está tan saturado de juegos con un libreto tan simple y con temas tan recurrentes, que en cuanto sale algo como el abanderado Modern Warfare 2, ya se dice que tiene una historia impresionante. Más de lo mismo, pero con mejor historia dentro de la saga, que no es decir mucho. Para más inri, algo tan simple nos lo cuentan de una forma excesivamente liosa ¿Es ese el nivel que exigimos? ¿Somos unos conformistas?
A los videojuegos les queda aún mucho por delante, eso no lo pone nadie en duda. Y tiempo habrá para aprender. Ya hay indicios de que las cosas se empiezan a contar bien. Pero ¿es el videojuego la mejor manera para contar una historia? Actualmente, aunque me duela decirlo, no lo creo.