Analizando el final de la tercera temporada de Californication
Ya hace más de un mes desde que terminó la tercera temporada de Californication en EEUU, sin embargo yo terminé hace unos días el último capítulo que me quedaba por ver. Os cuento lo que me ha perecido, por lo que si no lo has visto, no sigas leyendo.
Esta nueva temporada empezaba con algunos cambios en la vida “familiar”. Karen, por motivos de trabajo, se mudaba a Nueva York temporalmente, por lo que Hank tenía que hacerse cargo de Becca y de su adolescencia. A la marcha de Karen se suma otro gran cambio, el nuevo empleo de Hank como profesor de universidad, gracias al cual tendrá aún más facilidades para conocer a más mujeres.
En general, la temporada ha sido más de lo mismo: ligues, peleas, chistes…Pero aún así, sigue gustando igual. Todos sabemos que lo que nos atrae de la serie es el “folleteo” que se trae Hank entre manos. Y quien diga que no, miente.
Pero en la última escena del capítulo todo ha cambia. Al ritmo de Rocket Man (sonó también al final del primer capitulo de la serie) el hilo fino que sostiene el “pequeño secreto” entre Mia y Hank termina por romperse y le explota en la cara a Moody, salpicando sin pudor a Karen y Becca. A partir de aquí el Hank nunca visto: hundido, jodido, sin ganas de bromas.
Durante todo este tiempo, nos han intentado vender Californication como una serie de sexo, cuando, en realidad, es de amor.
Es cierto que este último episodio desentona con el resto, pero a la vez nos ofrece un punto de partida renovado para la cuarta temporada. ¿realmente cambiará Hank?¿Se irá, definitivamente, Karen de su vida?¿que pasará con Becca?¿se separarán Charlie y Marcy?
Recuerdo como los anteriores finales de temporada fueron criticados por separarse un poco de la realidad del personaje y tener finales felices. No se quejarán con este último episodio, que parece por si sólo una temporada entera.
En definitiva, una de las mejores series actuales junto con Mad Men, de la que ya hablaré otro día.
Collini, Out!!