Critica: Moon (2009)
"Moon" es la ópera prima del director Duncan Jones (A.K.A. Zowie Bowie o Joey Bowie) en la que cuenta con el guionista Nathan Parker para realizar una gran película de ciencia ficción a la antigua usanza.
La película presenta en un futuro no demasiado lejano la historia de Sam Bell (interpretado por un sobresaliente Sam Rockwell), un astronauta y único empleado de una compañía minera destinado en la Luna como supervisor de la obtención de Helio-3 (material del cual se extrae hasta el 75% de la energía consumida en la Tierra) y cuyo único acompañamiento es el ordenador de la estación, Gerty (a quien presta su voz Kevin Spacey en la versión original), una especie de HAL 9000 que intentará ayudarle en todo lo posible a desempeñar bien su trabajo.
A pocas semanas de volver a la tierra, tras un contrato de 3 años, Sam tendrá un extraño accidente que descaderarán una serie de acontecimientos que nos introducirán de lleno en el secreto del que él forma parte esencial.
Con ésta carta de presentación, Duncan Jones propone una excelente película de ciencia ficción con una trama muy cuidad e inteligente, donde juega constantemente con la paranoia de lo que es verdad y lo que no lo es además de revisar ideas tan interesantes como la identidad del individuo, la ingeniería genética y la deshumanización como síntoma del progreso.
Es muy reseñable su fuerte influencia “retro”, cosa infrecuente hoy en día, con la que hacer primar la historia por encima de la estética, efectos especiales o trucos visuales para centrarse en los conceptos que le interesan e ir de lleno al thriller logrando hacer apetecible una película con “un escenario” y un hombre en su soledad preguntándose cosas, descubriéndose verdades y creyéndose mentiras.
A esto hay que añadirle un conjunto formado por un impecable diseño visual con unas maquetas que hacía muchísimo que no se veía en cine, una banda sonora sintetizada y repetitiva muy bien elegida con la que intenta ahondar más en la reflexión del subconsciente de manera casi onírica y un guión con reminiscencias a clásicos del género, cautivador, dinámico y sorprendentemente bien llevado por un ritmo que aunque puede parecer pausado, no se hace pesado y termina de redondear la obra de Bowie.
Si hay que buscarle algún pero sería la oscuridad de las visiones de Sam que no termina de aclarar pero que tal vez también sea parte de ese encanto, de no dejarlo todo bien explicado y dando pie a la reflexión personal y quien sabe si a una segunda parte.
Sin duda, Moon es una de mis recomendaciones de éste año por saber hacerse un hueco en el género por lo que es, porque aun sin contar con los excesos de la industria e increíbles campañas de marketing y promoción es capaz de llegarte muy dentro con sus emociones y reflexiones.