Un verano de Festivales
Como anticipo al marcaje que haremos en días siguientes voy a citar un artículo de IGOR LOPEZ en Metrópolis que describe los largos veranos de festivales.
"Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, no había festivales en España. En aquella remota era glacial no existía el móvil (ni el sms), tampoco Internet (ni el mp3). Los mochileros usaban el interraíl para ir más allá de los Pirineos, las carpas eran un pez gordo y feo y las pulseritas sugerían una terrible falta de gusto.
Hoy, decenas de miles de mochileros europeos llegan a España (en vuelos de bajo coste), todo el mundo sabe que la carpa es 'dance' y la pulserita, ay la pulserita, es la llave de la felicidad que muchos conservan durante el resto del año como recuerdo de un fin de semana con una banda sonora privilegiada.
Pero no se crean, que no se trata de cuando la familia Alcántara viajaba en 600: aunque parezca mentira, este fenómeno no se remonta a más de 15 años.
El calendario español de festivales de 2009 ofrece tantas posibilidades y variedad que es probablemente uno de los más abundantes (¿saturados?) del Continente. Los hay grandes y pequeños, de playa, de campo y de ciudad, de todos los estilos y para todos los públicos.
Por haber, los hay incluso sin ayuda municipal o autonómica... aunque no son muchos. Sin ir más lejos, esta misma semana se presenta la suculenta y ya atosigante oferta de Cultura Urbana de Madrid, Territorios de Sevilla, Mediatic de Alicante, Festival Únicas de Barcelona y Observatori de Valencia. Y, hasta septiembre, ésta será la tónica.
No sólo música
La experiencia festivalera, tal y como se concibe en muchos de estos eventos, suele vivirse como una actividad lúdica compartida con amigos, de manera que los conciertos son un complemento a experiencias vitales más intensas y a otras actividades artísticas paralelas.
El modelo británico de muchos grupos tocando a la vez en varios escenarios durante un fin de semana es el libro de estilo predominante de nuestros festivales de pop-rock. Dentro de esa línea, los hay que ofrecen un cartel internacional y moderno y otros que apuestan por el producto nacional más o menos bruto (a lo 'Viña Rock').
El hip hop es la cenicienta de los sonidos electrónicos, con un crecimiento proporcional al auge que disfrutan sus artistas en España. En jazz, la progresiva inclusión de mitos del pop adulto bajo tan purista paraguas hará que a los aficionados al género les de un soponcio, mientras las citas con las músicas de raíz se han estancado, tras el 'boom' de hace unos años.
Y, por si fuera poco, no olviden las giras internacionales que cada verano abarrotan plazas de toros y estadios de fútbol."